Margarita estaba convencida de que el dolor en sus articulaciones era Artritis Reumatoide (AR). Aproximadamente seis meses después de tener a su primer hijo, le dolía el codo y era un dolor que no había experimentado antes. Se sentía como si viniera desde lo más profundo de su articulación. Y fue por esa razón que su propia madre, que había sido diagnosticada con AR años atrás, comenzó a describir su propio dolor.

“Fui a ver a mi médico de cabecera y le conté de mis sospechas, pero él no me creyó porque no tenía los síntomas ‘correctos’. Me sacó sangre y la analizó para poder determinar todo tipo de enfermedades como: azúcar en la sangre, colesterol, función hepática y renal, y así sucesivamente, lo cual todo era normal”. Margarita insistió en que le hicieran una prueba de sangre para detectar Artritis Reumatoide y, finalmente, recibió el diagnóstico.

“Mi médico estaba sorprendido”, ella nos dijo. “Yo no lo estaba.”

“El problema con la Artritis Reumatoide es que, en las primeras etapas, puede ser difícil de diagnosticar en algunos pacientes. Parte de esta razón es que la AR no siempre se puede confirmar con una sola prueba. Y los síntomas más distintivos u obvios, como el deterioro o la deformidad en una articulación, aparecen más tarde una vez que la AR ha progresado,” explica el Dr. Vinicius Domingues, MD, profesor asistente de medicina de Florida State University y asesor médico de CreakyJoints.

La Artritis Reumatoide es un tipo de artritis inflamatoria autoinmune que generalmente causa dolor, inflamación y rigidez en las articulaciones en forma simétrica de todo el cuerpo. La Artritis Reumatoide ocurre cuando el sistema inmunológico ataca lo que rodea la articulación, llamada la membrana sinovial. Sin embargo, en algunas personas, la AR puede presentarse de una manera menos típica, lo que puede dificultar el diagnóstico correcto.

Las pruebas de sangre para la Artritis Reumatoide pueden aclarar la confusión

Es posible que hayas escuchado acerca de las pruebas de sangre para ciertos anticuerpos que ayudan a asegurar un diagnóstico de AR. Pero algunas pruebas de sangre que se usan para ayudar a diagnosticar la AR pueden ser negativas. La mayoría de las personas con AR son lo que se conoce como seropositivos: tienen niveles anormalmente altos de factor de reumatoide (RF) o péptidos anti-citrulinados (anti-CCP) en su sangre. Estos anticuerpos son producidos por el sistema inmunológico y afectan el sistema que causa que ataqué las articulaciones y los tejidos sanos.

Pero la investigación muestra que hasta la mitad de las personas con AR son seronegativas, lo que significa que no tienen ninguno de estos anticuerpos en la sangre.

“Estos pacientes aún pueden tener síntomas clásicos de AR, como dolor en las articulaciones y rigidez en la mañana”, dice el Dr. Domingues. “Pero debido a que esta prueba básica resulta negativa, los médicos no pueden referir al paciente a un reumatólogo y, en su lugar, comienzan con otro plan de tratamiento, cuando deberían estar tomando medicamentos para la AR”.

La importancia de ver a un reumatólogo

“Por eso es importante ver a un reumatólogo si crees que tienes síntomas de artritis”, dice la Dra. Elaine Husni, MD, MPH, vicepresidenta del departamento de enfermedades reumáticas e inmunológicas y directora del Arthritis Center en Cleveland Clinic. Un reumatólogo es un médico que se especializa en el tratamiento de la artritis y ciertas enfermedades autoinmunes. Están capacitados para diagnosticar la AR en una etapa temprana, lo que puede minimizar las pruebas y tratamientos innecesarios y ayudar a mejorar los resultados generales del paciente.

Ese consejo le hubiera beneficiado a una de nuestros miembros de CreakyJoints. Sus síntomas también comenzaron después del nacimiento de su hijo. Su primer doctor le dijo que el dolor era psicológico. Unos años más tarde, la enviaron a una clínica de dolor, donde le dieron medicamentos e inyecciones para calmar los síntomas. No fue hasta que ella comenzó a trabajar en la oficina de un reumatólogo, quien reconoció los síntomas durante unos periodos de dolor, que fue evaluada y diagnosticada con AR.

Enfermedades que pueden parecerse a la AR

Otra razón por la que la AR puede ser difícil de diagnosticar en etapas tempranas es que algunos síntomas iniciales pueden ser difíciles de distinguir de otras enfermedades. Las infecciones virales, otros tipos de artritis y otras enfermedades autoinmunes pueden confundirse con la AR, según los síntomas que tengas. Es importante conocer estas diferentes enfermedades para que puedas asegurarte de ser lo más específico posible al describir tu historial médico a tu doctor.

Algunas de las condiciones que simulan la artritis reumatoide incluyen:

Artritis psoriásica

Esta forma de artritis inflamatoria puede ser difícil de distinguir de la AR, especialmente si no hay síntomas obvios de psoriasis, una enfermedad diferente que también es autoinmune que causa manchas rojas en la piel con escamas plateadas. Al igual que la AR, la artritis psoriásica puede causar articulaciones dolorosas e inflamadas que se siente caliente al tacto. Sin embargo, es más probable que la artritis psoriásica también cause una hinchazón que haga que tus dedos de las manos y los pies parezcan salchichas (llamada dactilitis), cambios en las uñas, dolor en el pie (especialmente en la parte posterior del talón o a lo largo de la planta del pie) que puede indicar entesitis (o inflamación del tejido blando donde se encuentra con el hueso), y dolor en la parte inferior de la espalda.

Osteoartritis

La diferencia principal entre Osteoartritis (OA) y AR es que la AR es una condición inflamatoria sistémica. Por otra parte, la osteoartritis (OA) es principalmente un trastorno degenerativo en el que el cartílago que amortigua las articulaciones se rompe con el tiempo. La OA es más probable que se confunda con la AR en un paciente de mediana edad o mayor cuando se trata de pequeñas articulaciones de las manos.

Pero algunos síntomas de la OA y la AR se pueden diferenciar. La hinchazón, por ejemplo, es dura y ósea en la OA y suave y cálida en la AR. La rigidez ocurre en ambas condiciones, pero en la AR, es peor en la mañana o después de dejar reposar las articulaciones. En la OA, una articulación puede ponerse rígida después de un esfuerzo o uso excesivo. (Sin embargo, existe una forma de OA llamada OA erosiva o inflamatoria, que afecta las articulaciones de la mano y también puede confundirse con la AR). Las pruebas de sangre y los estudios radiológicos también pueden ayudar a diferenciar las dos enfermedades.

Lupus

Cuando el lupus, una enfermedad autoinmune sistémica, afecta las articulaciones, puede causar síntomas similares a la AR. La mayoría de las personas con lupus también sienten dolores, donde los síntomas empeoran y luego mejoran o desaparecen. Otros signos similares de lupus y AR incluyen fatiga, fiebre y ojos secos. Algunas personas con lupus también pueden sufrir deformidad articular. La diferencia, sin embargo, es que es causada por el aflojamiento y el alargamiento de los tendones y ligamentos, no por la erosión de las articulaciones.

Algunos síntomas que se distinguen del lupus incluyen: una mancha de piel con forma de mariposa en las mejillas y la nariz, sensibilidad de la piel a la luz y el fenómeno de Raynaud, una condición en la que los dedos de las manos y los pies se vuelven blancos o azules cuando se exponen al frío o durante períodos estresantes.

Artritis viral

Algunas infecciones virales, como el parvovirus B19, pueden causar síntomas en múltiples articulaciones que pueden confundirse con la AR. En los niños, el parvovirus puede causar fiebre y erupción en las mejillas, pero por lo general no causa problemas en las articulaciones. Sin embargo, los adultos que han estado en contacto con niños que tienen parvovirus pueden desarrollar dolor en las articulaciones, generalmente en las manos, muñecas, rodillas y tobillos. Los síntomas en las articulaciones por el parvovirus por lo general se curan rápidamente, y solo duran desde unos pocos días hasta varias semanas.

Otro virus que causa dolor en las articulaciones similar a la artritis se llama Chikunguña. Es causada por los mosquitos infectados, esto se reporta cada vez más en los viajeros y causa síntomas que imitan mucho a la AR. Se han producido brotes en países como Italia, India, las islas del Océano Índico y en el Caribe. En algunas personas, el dolor en las articulaciones de Chikunguña puede durar meses. Los médicos pueden usar las pruebas de sangre y el historial de exposición para distinguir la artritis viral de la AR.

Artritis reactiva

La artritis reactiva es el dolor e hinchazón de las articulaciones provocado por una infección bacteriana en otra parte de tu cuerpo, con mayor frecuencia en los intestinos, genitales o tracto urinario. Varias bacterias pueden causar artritis reactiva. Algunas son transmitidas por los alimentos, como las bacterias salmonela y campylobacter, otros se transmiten sexualmente, como la clamidia. La artritis reactiva generalmente se dirige a las rodillas y las articulaciones de los tobillos y los pies. Los síntomas físicos tanto de la artritis reactiva como de la AR pueden ser idénticos en las rodillas. Los doctores generalmente diagnostican la artritis reactiva utilizando el historial de infección, la relación articular y muscular y las pruebas de imagen.

Artritis de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal

Las personas que sufren una enfermedad inflamatoria intestinal (IBD en inglés), incluyendo la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, pueden desarrollar artritis periférica que afecta a los nudillos y pueden confundirse con AR. La artritis relacionada con la IBD también puede causar síntomas en los codos, las muñecas, las rodillas y los tobillos. La artritis de la IBD puede pasarse por alto si los síntomas como dolor abdominal, diarrea o sangre en las heces, no son prominentes. Si ninguna prueba puede hacer un diagnóstico definitivo, se pueden usar radiografías, pruebas de laboratorio y sangre para descartar otras causas de dolor en las articulaciones.

Enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme, puede provocar episodios de dolor e inflamación severos de las articulaciones, especialmente en la rodilla. Se puede confundir con una serie de enfermedades, incluida la AR. Eso es lo que le sucedió a una miembro de CreakyJoints.

“Fui mal diagnosticada con la enfermedad de Lyme por un médico de enfermedades infecciosas, que me recetó antibióticos”, ella compartió en Facebook. Después de tres semanas de tomar los medicamentos sin aliviar el dolor, buscó la opinión de otro doctor que le diagnosticó AR.

Algunos síntomas que diferencian la artritis de Lyme de la artritis reumatoide son, el dolor puede cambiar de una articulación a otra en la enfermedad de Lyme, y la artritis de Lyme rara vez afecta las articulaciones pequeñas en las manos y los pies. Lyme también suele estar indicado por una erupción en forma de tiro al blanco que se expande lentamente después de varios días. Si no tienes la erupción característica, tu historial médico, un examen físico y las pruebas de laboratorio pueden ayudar a identificar los anticuerpos contra la bacteria de Lyme que pueden ayudar a confirmar o descartar el diagnóstico.

Reumatismo palindrómico

El reumatismo palindrómico es una forma rara de artritis inflamatoria. Se caracteriza por ataques repentinos y recurrentes de hinchazón dolorosa de una o más articulaciones. Los ataques pueden durar varios días o unas pocas horas. Entre los ataques, los síntomas del reumatismo palindrómico desaparecen por completo y las articulaciones vuelven a la normalidad, sin daños duraderos, lo que puede ayudar a distinguirlo de la AR. Sin embargo, aproximadamente un tercio de las personas que tienen reumatismo palindrómico desarrollarán AR, que causa un daño articular permanente.

Cómo diagnostican los reumatólogos la AR (y qué puedes hacer para ayudarlos)

Los hallazgos de un examen físico y el historial médico son factores importantes para diagnosticar la AR, dicen los expertos. Los síntomas comunes de la AR incluyen:

  • Articulaciones que se sienten con dolor, calientes o inflamadas durante seis semanas o más
  • Múltiples articulaciones pueden ser afectadas
  • Dolor en las articulaciones que comúnmente es simétrico
  • Rigidez articular, especialmente a primera hora de la mañana que dura una hora o más
  • Fatiga
  • Fiebre de bajo grado
  • Pérdida de apetito

Si bien muchos de estos síntomas pueden ocurrir con otras enfermedades, infecciones o lesiones, existen rasgos sutiles exclusivos de la AR que pueden ayudar a los doctores a hacer el diagnóstico.

“El dolor, la hinchazón y la rigidez en las articulaciones más pequeñas (en las manos, los dedos de los pies y el codo) a diferencia de una o dos articulaciones más grandes, como la rodilla y la cadera, generalmente indican un patrón más probable de AR”, dice la Dra. Husni. El dolor de la AR suele ser más simétrica, y se presenta en ambos lados del cuerpo. Sin embargo, cuando te lesionas o tienes una lesión por uso excesivo, el dolor generalmente se presenta en una sola articulación. La doctora Husni explica que la rigidez de las articulaciones pueden ocurrir con lesiones u otras enfermedades, pero la rigidez con la AR generalmente ocurre en la mañana y puede ser abrumadora. “No es una rigidez de la articulación que pasa después de unos minutos, sino que es como si no pudieras mover las sábanas para salir de la cama”.

Además de un examen físico y tu historial médico, tu reumatólogo ordenará pruebas de sangre para ayudar a diagnosticar la AR. Los estudios por imágenes, como los rayos X o las imágenes por resonancia magnética, también pueden ayudar a detectar la AR o medir su gravedad.

Si te diagnostican artritis reumatoidea, un reumatólogo te ayudará para desarrollar un plan de tratamiento que funcione para ti.