Si vives con artritis reumatoide u otra enfermedad crónica, es posible que te sientas atrapado, especialmente cuando se trata de estar en forma durante la pandemia del COVID-19.

Por un lado, es probable que te hayan prescrito ejercicio como parte del tratamiento para tu condición. Si tienes artritis, por ejemplo, el ejercicio es clave para aumentar la fuerza y la flexibilidad, que pueden apoyar mejor tus articulaciones y tu función, según  Mayo Clinic. La actividad física regular también es una parte importante para controlar la fatiga y la depresión, así como para prevenir otras enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardíacas, que a menudo acompañan a algunas formas de artritis inflamatoria.

Muchos gimnasios ofrecen oportunidades para hacer ejercicio de bajo impacto, como andar en bicicleta estacionaria o nadar en una piscina. (Lee más aquí sobre qué en una alberca pública durante el COVID-19.)

Si vives con una condicion crónica o tomas medicamentos que pueden afectar tu sistema inmunológico, es probable que estés al tanto de los riesgos que necesitas tomar en cuenta al decidir qué hacer y dónde ir durante la pandemia del COVID-19. La guía general a seguir es simple, pero no siempre es fácil de cumplir:

  • Mantén una distancia social de seis pies (1.8 metros) o más con las personas que no viven en tu hogar siempre que sea posible.
  • Usa cubrebocas cuando estés en público y cuando no puedas mantener una distancia social.
  • Lávate o desinféctate las manos con frecuencia y desinfecta las superficies comúnmente tocadas.
  • Evita grupos grandes o situaciones en las que será difícil mantener una distancia social.
  • Al pasar tiempo con otros, estar al aire libre es más seguro que en el interior.

Es complicado en los gimnasios porque las personas pueden hacer ejercicio sin usar cubrebocas (según las normas de tu estado) y respirar con dificultad, lo que puede propagar el virus aún más en el aire. Aunque es posible que en general practiques el distanciamiento social en un gimnasio, aún puedes tener contacto cercano con otras personas en ciertos puntos durante tu visita, especialmente si utilizas instalaciones como los baños.

Hacer ejercicio al aire libre suele ser mucho más seguro que estar dentro de un gimnasio porque las gotas respiratorias son arrastradas por el viento y no se quedan alrededor.

Entonces, ¿qué tan seguros son los gimnasios en este momento, y qué debes hacer si son tu única opción para sudar? Estos son los factores de riesgo y las precauciones de seguridad a tener en cuenta.

Riesgos del gimnasio durante el COVID-19

Dependiendo de los mandatos de tu estado para cubrirte la cara, puedes encontrarte con personas que no usan cubrebocas mientras corren, saltan o hacen otros ejercicios, además de muchas superficies y espacios compartidos como vestuarios que pueden ser pequeños o estar mal ventilados.

“El virus SARS-CoV-2 [que causa el COVID-19] se transmite en gran medida a través de las gotas, por lo que es importante tener en cuenta que en un gimnasio, las personas a menudo respiran mucho más y pueden estar expulsando más gotas de lo que lo harían. normalmente”, dice la Dra. Margaret E. McCort, MD, una especialista en enfermedades infecciosas en el Sistema de Salud Montefiore en el Bronx, Nueva York.

El COVID-19 se propaga cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, y tus gotitas respiratorias infectan a las personas cercanas. Las personas que están en contacto cercano durante un período prolongado tienen un mayor riesgo. Por ejemplo, es probable que sea más riesgoso estar en una caminadora junto a alguien durante 30 minutos que pasar rápidamente por el pasillo de una tienda de comestibles. Esto también puede significar que tus clases de ejercicio grupales favoritas representan un riesgo particular.

Clases de ejercicio en grupo

De hecho, un pequeño estudio de Corea del Sur dio seguimiento al coronavirus propagado en 12 instalaciones deportivas diferentes. En clases de yoga y pilates con solo siete u ocho participantes y poco movimiento no se vio propagación de la enfermedad, pero en las clases de baile de fitness de alta intensidad con hasta 22 personas experimentaron una rápida propagación de infecciones. Los investigadores señalan que el ejercicio vigoroso en espacios confinados debe minimizarse durante los brotes del COVID-19.

La mayoría de los casos (alrededor del 51 por ciento) en el estudio fueron el resultado de un instructor que transmitió el virus a los participantes de la clase. “Las características que podrían haber llevado a la transmisión de los instructores en Cheonan [una ciudad en Corea del Sur] incluyen clases grandes, espacios pequeños e intensidad de los entrenamientos”, señalan los investigadores. “La atmósfera húmeda y cálida en una instalación deportiva junto con el flujo de aire turbulento generado por el ejercicio físico intenso puede causar una transmisión más densa de gotas aisladas”.

Otras áreas pequeñas y mal ventiladas dentro del gimnasio también pueden presentar un riesgo particular.

Cambiadores y baños

“Definitivamente evitaría los cambiadores si es posible, o los baños que no tienen buena circulación”, dice la Dra. McCort. “Los espacios cerrados son de mayor riesgo que los lugares con ventanas abiertas y espacios abiertos”.

Superficies Compartidas

El COVID-19 también puede propagarse cuando tocas una superficie u objeto que tiene el virus y luego te tocas la boca, la nariz o los ojos. Por supuesto, hacer ejercicio en el gimnasio incluye compartir equipos como caminadoras, pesas, rodillos de espuma y colchonetas con otros. Aunque el virus no ingresa al cuerpo a través de la piel, aún puede ser fácil tocar una superficie infectada y luego tocarse la cara, especialmente si se estás limpiando el sudor o tomando agua potable.

Si un gimnasio sigue las normas generalmente recomendadas, la mayoría de estos artículos compartidos se desinfectarán regularmente. Idealmente, un gimnasio también proporcionará toallitas desinfectantes para que puedas limpiar a fondo el equipo justo antes y después de usarlo.

El problema con *No* hacer ejercicio

Dicho todo esto, también puede haber un riesgo involucrado en no hacer ejercicio si un gimnasio es tu única opción para hacerlo.

“Es una espada de doble filo, porque por un lado, es realmente beneficioso para las personas con diversas condiciones hacer ejercicio”, dice el Dr. Brian Lima, MD, un cirujano cardíaco que trabaja regularmente con pacientes con enfermedades crónicas en el Hospital Sandra Atlas Bass Heart en el Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York. “Pero al mismo tiempo, también te estás exponiendo a diferentes áreas públicas, por lo que te estás poniendo en riesgo del COVID-19”.

“Cuando estés considerando ir a un gimnasio, piensa en el nivel de condición física o el tipo de ejercicio que deseas hacer, y si puedes o no hacerlo en casa o en tu vecindario”, agrega el Dr. Lima.

Señales de que un gimnasio está siguiendo las normas

Si se permite o no abrir un gimnasio en este momento varía según el estado y la región, al igual que las normas oficiales para la reapertura segura de esos gimnasios.

En general, la guía para prevenir la propagación de COVID-19 incluye:

  • Limitar la capacidad de un gimnasio.
  • Desinfectar regularmente todo el equipo antes y después de su uso.
  • Colocar carteles para reforzar las prácticas de higiene.
  • Asegurar que se lleve a cabo el distanciamiento social en el equipo de entrenamiento (algunos gimnasios están restringiendo el acceso a cierto equipo para su uso para crear más espacio entre cada máquina).

“Ve qué precauciones está tomando el gimnasio para proteger a las personas que acuden a él”, dice el Dr. Lima. “Averigua si tienen distancia social, y si tienen toallitas desinfectantes disponibles para que puedas limpiar cualquier pieza de equipo antes de usarlo”.

Varios estados han emitido sus propias normas para reabrir gimnasios de manera segura. Por ejemplo, el Departamento de Salud Pública de California ha emitido una guía para instalaciones de acondicionamiento físico en los condados donde actualmente se les permite operar. Incluye normas como:

  • Los gimnasios deben proporcionar chequeos de temperatura y/o síntomas para todos los trabajadores al comienzo de su turno.
  • Los empleados deben lavarse las manos una vez que llegan al trabajo, después de trabajar con otros empleados, después de tocarse la cara, después de usar el baño y al salir del trabajo.
  • Si están en el interior, los trabajadores y los clientes deben cumplir con los requisitos del estado para usar protectores faciales en todo momento, excepto cuando se bañen, y se recomienda bañarse en casa cuando sea posible. (Nota: los protectores faciales en los gimnasios no son obligatorios en todos los estados).
  • Si es posible, los gimnasios deben implementar un sistema de reserva para reducir la capacidad.
  • Las superficies de uso común, como máquinas y equipos de ejercicio personal, barras, máquinas expendedoras, manijas y lavamanos, deben desinfectarse con frecuencia.
  • Se requiere que los clientes desinfecten equipos de ejercicio individuales, colchonetas y máquinas antes y después de cada uso con las toallitas desinfectantes proporcionadas.
  • El equipo debe estar separado al menos seis pies de distancia, con un mayor distanciamiento para las caminadoras y otros equipos de ejercicios aeróbicos de alto esfuerzo (las máquinas pueden estar puestas en un patrón de “X” para proporcionar un mayor distanciamiento).

Cómo mantenerse seguro en un gimnasio en este momento

Cuando estás en un gimnasio, es importante tener en cuenta lo cerca que estás de los demás. Ten en cuenta que la respiración pesada y el ejercicio de alta intensidad puede hacer que las gotitas respiratorias infectadas viajen más en el aire.

Trata de no ir cuando sean las horas pico para que el gimnasio esté más vacío. Si el piso de entrenamiento parece estar muy lleno, incluso con capacidad reducida, considera irte y regresar en un momento en que no haya tanta gente.

También es importante investigar qué está haciendo tu gimnasio para evitar la transmisión del COVID-19.

“Llama al gimnasio y ve con qué frecuencia están limpiando las superficies y equipos compartidos y pregúntales qué más están haciendo para tratar de minimizar la propagación”, dice el Dr. McCort. “Deben tener un plan establecido y poder decirte de inmediato lo que están haciendo para ayudar”.

Cuando llames al gimnasio, puedes hacer preguntas como:

  • ¿Qué están haciendo para evitar el riesgo del COVID-19?
  • ¿Tienen un sistema de reserva para minimizar la capacidad?
  • ¿Con qué frecuencia se desinfecta el equipo y otros artículos compartidos?
  • ¿Tienen toallitas desinfectantes disponibles para que los clientes las usen?
  • ¿Requieren que sus empleados o clientes usen cubrebocas?
  • ¿Tienen aire acondicionado o ventiladores funcionando todo el tiempo?
  • ¿Los cambiadores y duchas aún están abiertos? (Evítalos si es posible).

“Limpia el equipo antes y después de usarlo, y busca un lavamanos donde puedas lavarse las manos inmediatamente después de usar el equipo”, dice el Dr. McCort. “Intenta limitar la cantidad de veces que tocas tu cara”.

Es una buena idea traer tus propias toallitas desinfectantes en caso de que en tu gimnasio se agoten o no las tengan disponibles.

Si no estás seguro de que tu gimnasio sigue las mejores prácticas, o si te preocupa el riesgo de contraer el COVID-19, considera otras formas de hacer ejercicio mientras mantienes una distancia social segura de los demás.

“Si puedes hacer ejercicio al aire libre o en tu hogar de manera segura y cómoda, probablemente sería una mejor idea que ir a un gimnasio si tienes un riesgo particularmente alto de complicaciones debido al COVID-19”, dice el Dr. McCort. “Pero el ejercicio es importante para el resto de nuestra salud, incluida la salud mental. Entonces, si tu única opción para hacer ejercicio es ir al gimnasio, ve si puedes hacerlo de manera segura”.

Habla con tu médico para obtener ayuda para evaluar tu nivel de riesgo de complicaciones debido al COVID-19, y para obtener más precauciones de seguridad que pueden ser específicas para tu ciudad o condición en particular.

“En primer lugar, juega a lo seguro”, dice el Dr. Lima. “En caso de tener dudas, comunícate con tu médico para obtener orientación. Es posible que puedas hacerlo en línea a través de una cita de telesalud “.

Recuerda: el hecho de que puedas ir a un negocio en particular no significa necesariamente que sea seguro sin las precauciones adecuadas.

“La clave es que a pesar de que todo está volviendo a abrir, el virus sigue circulando”, dice el Dr. McCort. “Todavía vemos casos, así que ten mucho cuidado con el lavado de manos y continúa manteniendo tu distancia de los demás”.