La mayoría de las personas con artritis reumatoide (AR) que toman medicamentos biológicos lo hacen porque quieren sentirse mejor y alentar la progresión de su enfermedad. Aunque ese es ciertamente el propósito principal de estos medicamentos, que se dirigen a partes específicas del sistema inmunológico que impulsan la inflamación, como las proteínas conocidas como factor de necrosis tumoral (TNF) y ciertas interleucinas (IL-1 e IL-6), entre otras. La investigación sugiere que estos medicamentos podrían proporcionar un beneficio adicional: parecen reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Los pacientes con artritis reumatoide, especialmente aquellos cuya enfermedad no está bien controlada, generalmente se enfrentan a un riesgo de enfermedad cardiovascular superior al promedio gracias a los altos niveles de inflamación en todo el cuerpo. De hecho, investigaciones anteriores han demostrado que en la mitad de las personas con artritis reumatoide que terminan muriendo prematuramente, la culpa es de las enfermedades cardiovasculares.

En un nuevo estudio, publicado en la revista Arthritis & Rheumatology, los científicos de la UCLA hicieron que 150 pacientes con artritis reumatoide se sometieran a exploraciones cardíacas (angiogramas por TC); 101 de ellos se sometieron a otra exploración unos siete años después. Luego, los autores compararon los hallazgos de la exploración entre los que tomaban medicamentos biológicos y los que no. (Aquellos que no estaban usando medicamentos biológicos podrían haber estado bajo otros tratamientos, como los DMARDs tradicionales y/o los AINE). También compararon la tasa de eventos cardiovasculares (incluidos ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca) entre los dos grupos.

Según su investigación, los pacientes con artritis reumatoide que estaban tomando biológicos tenían menos probabilidades de desarrollar una acumulación de placa peligrosa en sus arterias.

Los autores también calcularon la probabilidad de que cada paciente sufriera un evento cardiovascular en los próximos 10 años (puntuación de Framingham-D’Agostino) y determinaron que aquellos que usaban productos biológicos tenían un riesgo menor de futuros eventos cardíacos.

No está del todo claro por qué los productos biológicos confieren este beneficio, pero “es posible que los DMARDs biológicos tengan un efecto protector directo sobre la pared arterial” al disminuir la acumulación de placa o ayudar a mantener la placa estable para que sea menos propensa a desprenderse y conducir a un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Aunque no hay garantía de que los productos biológicos que se usan para tratar la artritis reumatoide protejan tu corazón, puede valer la pena hablar con tu médico.