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¿Alguna vez has tenido problemas para subir y bajar del asiento del inodoro, te has sentido frustrado al tratar de usar una botella de champú o agarrar una barra de jabón, o te preocupa caerte al entrar y salir de la bañera o estirarte para secarte el cuerpo después de la ducha? No estás solo. Muchos peligros pequeños y grandes hay en el baño para las personas que viven con artritis inflamatoria o degenerativa. Es por eso por lo que crear un baño apto para personas con artritis es una tarea importante.

Cada año, aproximadamente 235,000 personas visitan las salas de emergencia debido a lesiones que ocurren en el baño, según la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU.) Más de un tercio al bañarse o ducharse y más del 14 por ciento cuando están en el inodoro. Alrededor del 81 por ciento de las lesiones fueron causadas por caídas. Las personas con artritis pueden ser especialmente propensas a tener problemas de equilibrio que pueden aumentar el riesgo de caídas.

“Crear un baño que mejore tu función diaria, reduce el estrés en tu cuerpo y disminuir el riesgo de caídas puede tener un gran impacto no solo en tu rendimiento sino también en tu confianza e independencia en los próximos años”, dice Daniel Crowe, ORT / L, CHT, terapeuta ocupacional / especialista certificado en manos en el Hospital for Special Surgery en la ciudad de Nueva York.

Desde bancos hasta tapetes antideslizantes y guantes de baño y más, aquí hay algunas modificaciones y productos aprobados por expertos para crear un baño adecuado para la artritis y hacer la vida más fácil, más cómoda y más segura.

Invierte en un banco ajustable para la ducha:

La artritis puede causar disminución en la fuerza, la resistencia y el equilibrio, lo que puede dificultar entrar y salir de una combinación de ducha y bañera y mantener una posición de pie mientras te duchas, dice Crowe.

Transformar tu bañera en una ducha plana en el suelo es la solución ideal, pero puede que no sea posible para ti, dice la terapeuta ocupacional Karen Jacobs, OT, CPE, FAOT, profesora clínica de terapia ocupacional en la Universidad de Boston.

Tanto Jacobs como Crowe dicen que una gran alternativa (y menos costosa) es un banco de transferencia. “El banco de transferencia te brinda apoyo mientras llevas las piernas a la ducha desde una posición sentada, lo que elimina la necesidad de subir y bajar de la bañera”, dice Crowe, y agrega que también proporciona un área dentro de la ducha para lavarte en una posición sentada.

Toma asiento:

Si tienes dificultades para permanecer de pie durante períodos prolongados, un asiento para la ducha sería una gran adición a tu baño, dice Crowe.

Jennifer, miembro de CreakyJoints, esta de acuerdo con este consejo y dice que comprar un asiento giratorio para el baño fue un salvavidas. “Me ayuda a sentarme porque la presión del agua me duele la fibromialgia, la neuropatía de las fibras pequeñas y la inflamación de la columna por [espondilitis anquilosante]”, dice Jennifer W. “También me permite descansar cuando sea necesario”.

Obtén mejor apoyo:

Jacobs como Crowe recomiendan instalar barras de apoyo junto a la bañera, la ducha o el inodoro para satisfacer sus necesidades específicas.

“Las barras de agarre proporcionan un punto estable en el que una persona puede utilizar no solo sus extremidades inferiores sino también sus brazos”, dice Crowe. “En lugar de tener dos puntos de contacto (pie derecho y pie izquierdo en el suelo), ahora puede tener tres o cuatro según la configuración con la adición de uno o ambos brazos involucrados”.

Aunque puedes instalar barras de apoyo tu mismo, puedes considerar buscar la ayuda de un profesional para asegurarte de que estén seguras y estables. “Lo último que dese hacer es poner una barra de agarre en nada más que una pared de yeso y descubrir que no es lo suficientemente segura cuando más la necesita”, dice Crowe.

Si te molesta la estética, Jacobs recomienda preguntar acerca de las barras de apoyo mobilesque se apoyan contra la pared cuando no están en uso.

Subir el asiento del inodoro y hacerlo más alto:

Si tienes artritis en las rodillas y las caderas, bajar o levantarte desde un asiento de inodoro muy bajo puede ejercer mucha presión sobre estas articulaciones que soportan carga. “Cuanto más bajo es el asiento, más debe trabajar el cuerpo y más estrés está involucrado para realizar esta tarea”, dice Crowe.

Invertir en un asiento de inodoro elevado puede proporcionar de dos a seis pulgadas adicionales, lo que reducirá el esfuerzo de subir y bajar. “Aunque no parece mucho, esta altura adicional puede marcar la diferencia”, dice Crowe.

Otra opción:

Coloca un asiento de inodoro sobre tu inodoro, que proporcionará manijas a cada lado para ayudar a levantarte, agrega Jacobs.

Mueve tu papel higiénico:

Extender te hacia la pared para agarrar papel higiénico puede requerir coordinación y equilibrio, lo que puede parecer mucho trabajo cuando tienes artritis. Para eliminar este desafío, Jacobs sugiere agregar un rollo de papel higiénico independiente junto al inodoro.

Evita resbalones:

“[Colocar] tapetes antideslizantes en la bañera, junto al inodoro y junto al lavabo es una forma fácil y eficaz de evitar caídas en áreas que pueden tener fácilmente acumulación de humedad o agua en el piso que resultan en un resbalón”, dice Crowe.

Jacobs recomienda comprar tapetes que sean absorbentes, resistentes y que tengan adhesivo en la parte posterior para que no se doblen en las esquinas y se conviertan en un peligro de tropiezo. “No te limites a confiar en una toalla en el suelo [al salir de la ducha], ya que es un peligro potencial”, añade.

Cambia tu toalla por una bata:

Ponerte una bata de baño de material liviano en lugar de secarse con una toalla después de la ducha puede salvar tus articulaciones de dos maneras: absorberá el agua, eliminará un piso resbaladizo y una posible caída, y evitará que tengas que agacharte para secar tu cuerpo, dice Jacobs. Solo asegúrate de colgarlo en un gancho de fácil acceso junto a la ducha.

Cambia las botellas exprimibles por pompas:

Lavarte el cabello y el cuerpo puede ser difícil con las manos artríticas. Para hacer las cosas un poco más fáciles, el miembro de CreakyJoints @ralifehacks sugiere poner pompas en tus botellas, señalando que es “mucho más fácil para las articulaciones que apretar una botella”.

Del mismo modo, Jacobs recomienda cambiar tu barra de jabón por liquidos con pompas que no requieren fuerza. “Sostener una barra de jabón puede ser un desafío y puede caer al piso, provocando una posible caída”, dice Jacobs.

Entre más largo mejor cuando se trata de manijas:

Si tienes artritis en las extremidades superiores (dedos, muñecas, codos y hombros), el agarre sostenido, la coordinación motora fina y el estiramiento por encima de la cabeza / detrás de la espalda puede ser difícil, dice Crowe.

El uso de guantes de baño que no requieren agarre y esponjas de mango largo para llegar a la espalda y detrás de las piernas puede ayudar a eliminar estos desafíos. Otra herramienta útil: un cabezal de ducha de mano, que puede hacer que las áreas de difícil acceso sean más accesibles.

Este simple cambio puede ayudar a eliminar la acción de agarrar y girar que puede agravar los dedos, los pulgares y las muñecas, dice Crowe. Usar giradores de perillas en puertas, lavabos y duchas también puede proporcionar un mejor agarre.

Agrega agarraderas de goma:

Cepillarte los dientes, secarse y peinarte el cabello, cortarte las uñas de los pies y afeitarte las piernas puede ser un desafío cuando tienes problemas para sostener o envolver la mano alrededor de un artículo. “Agarrar y pellizcar puede crear fuerzas que pueden resultar en síntomas en las articulaciones dentro de los dedos y pulgares”, dice Crowe. “Agregar agarres [a las agarraderas de baño de uso común] puede disminuir la cantidad de fuerza necesaria para agarrar y manipular estos elementos y, por lo tanto, disminuir la cantidad de tensión que se ejerce sobre las articulaciones”.

Una búsqueda rápida en Google también puede ayudarte a descubrir una variedad de productos de mango ancho, como cepillos para el cabello y cortaúñas, que son más aptos para la artritis.

Obtén ayuda para alcanzar y agarrar:

Guardar una herramienta de alcance en el baño puede ser útil si necesitas colocar algo debajo del fregadero o recoger algo del piso, dice Crowe. Si tienes dificultades para pellizcar el papel higiénico con las manos y los dedos, puedes usar la misma herramienta para reducir la tensión en las articulaciones.

Ventila el baño:

Tomar una ducha demasiado larga o caliente puede confundirse fácilmente con los sofocos o las sensibilidades a la temperatura que se presentan en las personas con artritis reumatoide, dice Crowe. Tanto Jacobs como Crowe recomiendan poner un pequeño ventilador en el baño o abrir la puerta para proporcionar un escape para el vapor de aire caliente.

También puedes tomarte un tiempo para sentarse y practicar la respiración diafragmática para refrescarse y reducir la velocidad, dice Crowe.

Conclusión:

No existe una solución única para hacer que tu baño sea más apto para la artritis. Al comprender tus propias fortalezas y debilidades y trabajar con un terapeuta ocupacional, puede encontrar el equipo de adaptación y las soluciones creativas que mejor funcionen para ti y tu hogar.

“La clave es la seguridad primero”, dice Jacobs. “De todas las habitaciones de la casa, el baño se usa con mayor frecuencia en un día y puede ser impredecible, por lo que es importante pensar de manera proactiva”.

“Se pueden evitar muchos incidentes ralentizando las cosas y siendo consciente de su entorno y de lo que está tratando de lograr”, dice Crowe.