Durante tiempos “normales” (antes del COVID-19), las salas de emergencia más concurridas en todo el país estaban llenas de pacientes con ataques cardíacos. Así fue el caso en Kaiser Permanente en el Norte de California, un gran sistema de salud con numerosos centros médicos, pero las cosas han cambiado drásticamente desde que comenzó la pandemia. Cuando los investigadores analizaron los datos de ingreso hospitalario, encontraron que la tasa semanal promedio de hospitalizaciones relacionadas con ataques cardíacos había disminuido sustancialmente.
En una carta de investigación publicada en el New England Journal of Medicine, los investigadores de Kaiser Permanente compararon la tasa semanal de ingresos hospitalarios debido a ataques cardíacos desde el período previo a la pandemia (1 de enero al 3 de marzo) con la tasa semanal de los ingresos hospitalarios debido a ataques cardíacos que ocurrieron cuando la pandemia estaba en pleno apogeo (a mediados de abril). Se concluyó que había disminuido en un 48%.
Los autores señalaron que este descenso fue “más de lo que se esperaría de la base de la variación estacional típica” y que “se han observado conclusiones similares en el norte de Italia”.
Aunque menos ataques cardíacos pueden parecer algo bueno, los autores no creen que la incidencia de ataques cardíacos haya disminuido. En cambio, creen que cada vez más personas que sufren ataques cardíacos deciden no buscar atención médica.
“Estamos extremadamente preocupados de que los pacientes puedan estar evitando ir al hospital por temor a contraer el COVID-19 y que estén muriendo en casa por ataques cardíacos”, dice el coautor Matthew D. Solomon, MD, PhD, cardiólogo en Kaiser Permanente Oakland Medical Center en Oakland, California. “Muchos lugares en todo el mundo informan tasas más altas de muertes en el hogar que en el pasado. Tememos que muchas de esas muertes puedan deberse a ataques cardíacos no tratados, derrames cerebrales y otras emergencias agudas”.
Incluso si alguien sobrevive al ataque cardíaco en sí, no recibir el tratamiento adecuado puede tener consecuencias devastadoras a largo plazo.
“Si los pacientes sobreviven a un ataque cardíaco sin buscar atención médica, corren el riesgo de sufrir complicaciones médicas significativas, incluyendo el desarrollo de insuficiencia cardíaca nueva o empeorara la existente, cuando el corazón no puede bombear eficientemente para satisfacer las necesidades del cuerpo; tener un ataque al corazón de nuevo; o experimentar arritmias peligrosas, aumentan el riesgo de morir y/o empeoran la calidad de vida”, dice el Dr. Solomon.
El coronavirus ciertamente ha tenido un gran impacto en las instalaciones de atención médica en todo el mundo, el Dr. Solomon le pide a cualquiera que piense que podría estar teniendo un ataque cardíaco u otras emergencias de salud obtener ayuda de inmediato llamando al 911.
“Ten la seguridad de que tu hospital local está tomando todas las precauciones necesarias para mantener a los pacientes seguros y minimizar las transmisiones de infecciones entre pacientes o trabajadores de la salud. Esto incluye separar a los pacientes con condiciones respiratorias [como el COVID-19] de otros pacientes y tener protocolos rigurosos para el lavado regular de manos, la limpieza de superficies y las políticas de cubrebocas universal. Todas estas políticas y procedimientos hacen que el contagio dentro de los hospitales sea excepcionalmente raro. Estamos aquí para cuidarte, nuestros hospitales están seguros y queremos ayudarte a obtener la atención que necesita ”
Según el American Heart Association los síntomas de un ataque cardíaco puede ser inmediato e incluir molesta intensa en el tórax y otras partes del torso, respiración entrecortada, sudores fríos y/o nauseas o vómitos. Mas información aquí – enlace