Cuando viajas, lo más difícil de manejar son las articulaciones rígidas y dolorosas a mitad de vuelo. Pero para muchas personas con artritis, el dolor articular es tan común durante los viajes como los retrasos en los vuelos.
Aquí está el por qué: Hay líquido dentro de tu articulación llamado líquido sinovial; su trabajo es lubricar la articulación, explica la Dra. Maura Daly Iversen, profesora de fisioterapia y rehabilitación en Northeastern University en Boston. “Piensa en el líquido sinovial como si fuera el aceite de motor en tu coche. El aceite de motor lubrica las partes del motor, lo que reduce la fricción y el desgaste a medida que se mueven. Sin embargo, si tu coche permanece estacionado en el frío durante demasiado tiempo, el aceite se espesa e impacta en el funcionamiento del motor. Lo mismo sucede con el líquido en las articulaciones: Cuando uno está inmóvil por un período de tiempo, como en un vuelo largo, el líquido sinovial puede engrosar y crearse en un tipo gel, causando rigidez en la articulación”.
Para ayudar a prevenir la rigidez articular a una altura de 10,500 metros, muévete un poco al menos una vez por hora, sugieren expertos del Hospital de Cirugía Especial de la ciudad de Nueva York. Cualquier forma de actividad, como caminar alrededor de la cabina cuando es seguro hacerlo o estirarte en tu asiento, ayuda a mantener tus articulaciones lubricadas para aliviar los síntomas de la artritis.
Consejos antes de abordar
Consulta con tu médico o fisioterapeuta sobre la mejor manera de controlar tu dolor y rigidez y hacer que tu vuelo sea más cómodo. Ellos considerarán los límites actuales de tus articulaciones y te pueden ayudar a elegir ejercicios o estiramientos que puedes hacer a mitad de vuelo que funcionen dentro de esos límites. Es posible que también necesites hablar con tu médico acerca de tu régimen de medicamentos actual y si necesitas hacer algún cambio mientras viajas. Tu médico puede sugerirte que lleves medicamentos que podrían ayudar en caso de un dolor inesperado de artritis.
Más consejos para antes del vuelo:
No guardes tu equipaje de mano debajo del asiento frente a ti.
“Aunque por lo general se te permite colocar una maleta debajo del asiento frente a ti, trata de dejar ese espacio libre para que tus pies tengan más espacio para moverse”, sugiere la Dra. Iversen. (Si tu artritis te dificulta levantar tu maleta, asegúrate de pedirle ayuda a otro pasajero).
Una palabra: Almohadas.
“Para ayudar a aliviar el dolor de espalda baja, pide una almohada extra para colocarla en el área lumbar (la parte pequeña de tu espalda)”, sugiere la Dra. Iverson. Apoya una cobija suave sobre el reposabrazos si tienes dolor en el codo. Y si tiendes a dormir una siesta durante los vuelos, empaca una almohada inflable para el cuello para reducir el estrés en tu cuello.
Considera pedir ayuda a la aerolinea para mejorar tu movilidad.
“Si el dolor de la artritis afecta tu movilidad, pide una silla de ruedas en el aeropuerto y para abordar el avión. Esto puede reducir el estrés de tener que correr por el aeropuerto, estrés que puede aumentar la tensión muscular y el dolor articular”, añade la Dra. Iversen. También podrías abordar temprano, si es necesario; y obtener ayuda para llevar tu equipaje y colocarlo en el compartimiento superior.
Paga por espacio extra para las piernas.
Muchas aerolíneas ofrecen la opción de comprar un asiento con más espacio para las piernas por un cargo adicional. Los centímetros adicionales te darán un poco más de espacio para estirarte. Siempre que sea posible, reserva un asiento de pasillo o ve si puedes cambiarte a uno cuando llegues al aeropuerto el día de tu vuelo. Esto hará que sea más fácil levantarse y caminar por el pasillo.
Ejercicios que se puede hacer en el avión para ayudar a prevenir la rigidez articular
“Enfócate en ejercicios sencillos de rango de movimiento”, sugiere la Dra. Iversen. Comienza con la parte más baja de tu cuerpo y trabaja hacia arriba. Aquí hay algunos movimientos que ella recomienda hacer a mitad del vuelo, aunque siempre debes consultar con tu médico o fisioterapeuta para asegurarte de que sean seguros para ti.
Dibuja con el dedo del pie
Desde una posición sentado
- Quítate los zapatos.
- “Usando la punta de los dedos de un solo pie, dibuja el alfabeto o un conjunto de símbolos – cualquier cosa que tú quieras”, dice la Dra. Iversen. “La idea es que las articulaciones se muevan en tus pies y tobillos.”
- Repite con el otro pie.
Empuja los Tobillos
Desde una posición sentado
- Comienza poniendo los pies planos en el piso.
- Levanta ambos talones, manteniendo la base de los dedos en el suelo.
- Sostén esa posición por unos segundos, luego baja los talones. Después, levanta la base de los dedos, manteniendo los talones en el suelo.
- Repite la secuencia.
Extensión de la Rodilla
Desde una posición sentado
- Siéntate derecho, con los pies en el suelo.
- Aprieta el músculo derecho del muslo, y lentamente levanta y endereza la pierna derecha frente a ti hasta donde tengas espacio (“la mayoría de las veces, puedes llegar a una elevación de aproximadamente 60 grados con el asiento frente a ti”, dice la Dra. Iversen).
- Sostén esa posición por unos segundos, luego bájala.
- Repite con el lado opuesto.
Marcha lenta sentado
Desde una posición sentado
- Siéntate derecho con los pies en el suelo.
- Con la rodilla doblada, levanta lentamente una pierna hacia el pecho, tan alto como puedas hacerlo. (Agarra los reposabrazos para mantener el equilibrio, si es necesario).
- Baja lentamente la pierna.
- Repite con el lado opuesto. Después, repite toda la secuencia.
Marcha lenta de pie
Desde una posición de pie
- Párate en el pasillo o en el área cercana al baño (cuando sea seguro moverse por la cabina).
- Equilibra con el pie derecho, agarrándote de un asiento o de una pared para mantenerte firme.
- Levanta lentamente el pie izquierdo hasta que la rodilla esté a la altura de la cadera, o tan cerca de esa posición como puedas hacerlo.
- Baja lentamente hasta el piso; luego repite con el otro pie (como si estuvieras marchando lentamente en tu lugar).
Abducción de la Cadera
Desde una posición de pie
- Párate en el pasillo o en el área cercana al baño (cuando sea seguro moverse por la cabina).
- Equilibra con el pie derecho, agarrándote de un asiento o de una pared para mantenerte firme.
- Con un movimiento lento y controlado, levanta la pierna izquierda hacia un lado, lejos de tu cuerpo; luego bájala lentamente hacia abajo.
- Repite con el lado opuesto.
Giro suave
Desde una posición sentado u de pie
- Siéntate derecho, con los pies en el suelo (o párate en el pasillo o en el área cercana al baño cuando sea seguro moverse por la cabina).
- Gira suavemente hacia la derecha, colocando la mano izquierda en la parte externa de la rodilla derecha (o el muslo si estás de pie).
- Mantén esa posición durante unos segundos y luego vuelve a la posición inicial.
- Repite con el lado opuesto.
Bíceps sin peso y con rotación
Desde una posición sentado u de pie
- Siéntate o párate derecho (cuando sea seguro moverse por la cabina), con los brazos colgando libremente a los costados.
– Sube las palmas de las manos hacia los hombros. - Bájalos lentamente hacia abajo, y mientras lo haces, gira las palmas hacia el piso hasta que tu brazo esté completamente extendido.
- Repítelo.
Giro de hombro
Desde una posición sentado u de pie
- Siéntate o párate derecho (cuando sea seguro moverse por la cabina), con la barbilla hacia adentro.
- Encoge los hombros hacia adelante y hacia arriba en dirección a tus orejas, luego girarlos lentamente hacia atrás y hacia abajo, en un movimiento circular.
- Repite, luego invierte la dirección.
Retracción de los Hombros
Desde una posición sentado u de pie
- Siéntate o párate derecho (cuando sea seguro moverse alrededor de la cabina), con los brazos colgando libremente a los lados.
- Empuja los brazos hacia atrás, apretando suavemente los omóplatos.
- Mantén esa posición durante unos segundos y, a continuación, vuelve a la posición inicial. después repítelo todo.