La mayoría de los expertos no consideran la fibromialgia, un trastorno de dolor crónico que también causa fatiga, problemas de memoria y otros síntomas, como un tipo de artritis, aunque no es raro que los pacientes con artritis inflamatoria también tengan fibromialgia. Ahora, una nueva investigación sugiere que tener fibromialgia también podría hacer que la artritis sea más difícil de controlar.
La fibromialgia a menudo se trata con AINEs (medicamentos antiinflamatorios no esteroideos), medicamentos anticonvulsivos o antidepresivos que han demostrado ayudar a aliviar el dolor. Las personas con artritis inflamatoria también pueden usar medicamentos para el dolor, pero también dependen de medicamentos que retrasan o detienen la progresión de la artritis. Estos incluyen los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad tradicionales (DMARD) como el metotrexato, así como los DMARD biológicos como el etanercept o el infliximab.
Los DMARD a menudo son muy efectivos y ayudan a muchos pacientes a alcanzar una baja actividad o remisión de la enfermedad, pero no todos se benefician de estos medicamentos por igual. Si bien muchos factores pueden explicar por qué los DMARD no funcionan bien en algunas personas, un nuevo estudio publicado en la revista Rheumatology International encuentra que un diagnóstico coexistente de la fibromialgia podría tener algo que ver con eso.
Este estudio fue una revisión bibliográfica que analizó varios estudios más pequeños que habían examinado previamente la conexión entre la fibromialgia y las condiciones reumáticas inflamatorias. Los autores identificaron ocho estudios relevantes y encontraron que “la fibromialgia fue un predictor significativo de no poder lograr la remisión” con un DMARD tradicional. También encontraron que los pacientes con artritis que a su vez tenían fibromialgia eran más propensos a recibir un medicamento biológico.
Aunque es posible que muchos pacientes a los que se les administró un producto biológico realmente lo necesitaran, los autores expresaron cierta preocupación de que los síntomas de la fibromialgia (que los DMARD no están específicamente diseñados para tratar) podrían estar incrementando los puntajes de actividad de la enfermedad de la artritis y dar paso a un uso adicional de productos biológicos.
“La fibromialgia comórbida interfiere no solo con las puntuaciones de actividad de la enfermedad [artritis] sino también con los resultados del tratamiento y el plan de control”, escribieron los autores. “Se justifica evidencia adicional para determinar los beneficios potenciales de los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad biológica sobre los síntomas relacionados con la fibromialgia en pacientes con enfermedades reumáticas inflamatorias”.