Desde el principo de la pandemia hemos ido conociendo poco a poco más sobre el COVID largo. Ahora, una nueva investigación arroja luz sobre lo común que es.

Uno de cada ocho pacientes está afectado por síntomas persistentes después de COVID-19 según un estudio reciente en The Lancet. Los investigadores pidieron a 76.422 participantes que completaran cuestionarios, administrados entre el 31 de Marzo de 2020 y el 2 de Agosto de 2021. De esos participantes, el 5% tenía COVID-19 y fueron emparejados con 8.462 controles.

Los síntomas persistentes en el grupo de COVID-19 entre 90 y 150 días después de la infección (en comparación con antes de COVID-19 y en comparación con los controles emparejados) incluían los siguientes:

  • Ageusia (pérdida del gusto) o anosmia (pérdida del olfato)
  • Dolor en el pecho
  • Dificultades para respirar
  • Sentir calor y frío alternativamente
  • Cansancio general
  • Brazos o piernas pesadas
  • Nudo en la garganta
  • Dolor al respirar
  • Músculos dolorosos
  • Hormigueo en las extremidades

Estos síntomas pudieron atribuirse a COVID-19 en el 12,7 por ciento de los pacientes: El 21 por ciento de los pacientes positivos a la COVID-19 -en comparación con sólo el 8,7 por ciento de los controles negativos a la COVID-19- experimentaron al menos uno de los síntomas principales que aumentaron sustancialmente a una gravedad moderada o mayor entre 90 y 150 días después de su diagnóstico de COVID-19 o un punto de tiempo coincidente.

Las investigaciones anteriores sobre el COVID largo se han visto obstaculizadas por la falta de consenso sobre la definición de esta enfermedad. La prevalencia de los síntomas de la COVID larga depende de los síntomas, la población y el marco temporal utilizado para definirla, que puede variar desde cuatro semanas hasta más de seis meses (lo más habitual son tres meses).

Por ejemplo, una revisión sistemática de 2021 en Red JAMA la que se examinaban los síntomas persistentes después de la COVID-19 descubrió que el 72,5% de los pacientes tenían al menos un síntoma persistente. En este estudio, los síntomas persistentes se definieron como los que duran sólo 60 días o más tras el diagnóstico, la aparición de los síntomas o la hospitalización, o al menos 30 días tras la recuperación de la enfermedad aguda o el alta hospitalaria.

Además, al igual que la mayoría de los demás estudios sobre la COVID larga, este estudio se centró en el seguimiento de pacientes con COVID-19, en su mayoría hospitalizados. La mayoría de las personas con COVID-19 tienen un caso leve. Además, la propia hospitalización está asociada a síntomas físicos.

Los investigadores del nuevo estudio publicado en The Lancet afirman que, por lo que saben, el suyo es el primer estudio que informa sobre la naturaleza y la prevalencia de la COVID-19 larga, mientras corrigiendo los síntomas individuales presentes antes de la infección y los síntomas de la población sin COVID-19 durante la pandemia. Ahora están estudiando los factores de riesgo de la COVID-19 larga, incluyendo la posible asociación entre los síntomas y la gravedad de la COVID-19.

Los síntomas a largo plazo del COVID-19 se han descrito como la próxima catástrofe de salud pública en proceso. Los investigadores señalan que existe una necesidad acuciante de datos sobre la escala y el alcance del problema para apoyar una respuesta sanitaria adecuada.

“El COVID prolongado es común e incapacitante, y tiene un alto coste personal y un alto coste social”, dice la autora del estudio Dra. Judith Rosmalen. “Comprender los síntomas principales y la prevalencia de la COVID-19 en la población general representa un gran paso adelante para nuestra capacidad de diseñar estudios que puedan, en última instancia, informar sobre las respuestas de atención sanitaria satisfactorias a los síntomas de la COVID-19 de larga duración. Además, los estudios sobre la COVID prolongada también podrían arrojar luz sobre los síntomas persistentes tras otras infecciones.”

El COVID largo también se ha asociado a temas a largo plazo como enfermedades pulmonares, diabetes, depresión y ansiedad, y enfermedades cardíacas.

Ballering AV, et al. Persistencia de síntomas somáticos después de COVID-19 en los Países Bajos: un estudio de cohorte observacional. La lanceta. 6 de agosto de 2022. doi: https://doi.org/10.1016/S0140-6736(22)01214-4 

Nasserie T, et al. Evaluación de la frecuencia y variedad de síntomas persistentes entre pacientes con COVID-19: una revisión sistemática. Red JAMA Abierta. 3 de mayo de 2021 doi: https://doi.org/10.1001/jamanetworkopen.2021.11417.    

Entrevista con la autora del estudio Judith Rosmalen, PhD.