Me quedé mirando por la ventana, sintiendo que había estado haciendo eso por horas. Estaba increíblemente aburrido.

Muchos de nosotros que vivimos con una enfermedad crónica enfrentamos el aburrimiento crónico. Nuestros médicos nos aconsejan ir despacio, que no hagamos mucho demasiado rápido. Nuestros cuerpos nos dicen que descansemos, que nos acostemos y que paremos. Aunque nuestros cuerpos necesitan tiempo de descanso para estar en su mejor estado, nuestros cerebros a menudo desean más estimulación.

Ha habido incontables veces en las que me he quedado acostado, mirando por la misma ventana al lado de mi cama, viendo los árboles moverse y los cuervos volar entre ellos, frustrado hasta las lágrimas porque no podía hacer más. El aburrimiento afectaba mi salud mental, oscureciendo mi depresión y haciéndome sentir atrapado en la cama. Los síntomas de mi depresión hacían aún más difícil “desatascarme”, a menudo manteniéndome bajo las cobijas incluso después de que mi cuerpo ya podría haberse levantado.

Desplazándome sin rumbo por TikTok durante uno de esos momentos, me topé con una creadora que había hecho una caja de actividades para hacer junto a su cama precisamente para esos tiempos. Fue una idea genial. Aunque no quería una caja física de cosas, sí quería pasar un rato pensando en actividades que podría hacer u otras maneras de mantener mi mente ocupada mientras descanso mi cuerpo.

Claro, hay los clásicos que todos sugieren cuando estás atrapado en la cama o recuperándote de una cirugía: ver la tele (o videos de animales tiernos en YouTube), leer un libro, o hacer crucigramas o sudoku en tu teléfono, tableta, o en un libro.

Pero eventualmente, se te acaban las series de televisión interesantes para ver, y solo puedo leer un poco antes de que las palabras empiecen a mezclarse. ¿Entonces qué puedes hacer?

Una sugerencia común es encontrar un proyecto de arte que puedas hacer en la cama. Yo empecé un diario de bordado e hice unos cuantos tapices para mi casa. Encontrar frases sarcásticas para coser en la tela me hacía reír, y ahora, cuando las veo colgadas junto a mi cama, sonrío.

Otros podrían hacer crochet o tejer (yo lo intenté, pero mis manos estaban demasiado artríticas para esos movimientos; puede que necesites probar varias cosas para encontrar una manualidad que funcione para ti). Yo creé zines llenos de poesía, arte e información, incluyendo sobre mi viaje con una enfermedad crónica, los cuales luego regalé a mis amigos. Los pinceles de acuarela fueron otra excelente manera de ser artístico en la cama con suministros limitados y sin mucho desorden. Cuando no me sentía lo suficientemente bien para hacer la actividad en sí (quizá mis manos estaban acalambradas), podía pasar tiempo buscando ideas en Pinterest o YouTube, emocionándome con lo que haría después.

Mientras hacía arte en la cama, me di cuenta de que podía convertirlos en tarjetas y postales, que luego podría enviar a la gente. Publiqué en redes sociales, preguntando quién quería recibir un poco de ‘correo tradicional’, y recibí una respuesta abrumadora de personas a quienes empezar a enviar pequeñas notas y tarjetas. También me inscribí en un programa de amigos por correspondencia. Hay muchos disponibles, incluyendo aquellos donde escribes a personas encarceladas, personas que están aprendiendo inglés, o personas que están lidiando con problemas de salud mental.

Otra actividad gratificante fue hacer servicio comunitario o activismo desde la cama. Muchas organizaciones necesitan ayuda con llamadas telefónicas o trabajo administrativo, mucho de lo cual se puede hacer mientras descansas. Si te interesa la política o el trabajo por la justicia social, puedes llamar a representantes o hacer publicaciones en redes sociales para crear conciencia desde la cama.

Aceptando el Aburrimiento y Cambiando de Perspectiva

Además de todas estas actividades, me di cuenta de que necesitaba aceptar el aburrimiento y replantear la situación. Mucha gente está tan ocupada corriendo de un lado a otro que no tiene la oportunidad de simplemente estar y observar. Investigaciones muestran que el aburrimiento puede ser bueno para nosotros, ayudando a restaurar y rejuvenecer el cerebro e incrementar la creatividad al permitir que nuestras mentes divaguen y sueñen despiertas.

Ahora, en lugar de ver el tiempo en cama como estar atrapado, trato de verlo como una oportunidad. Miro a los cuervos volar entre los árboles y saco mi teléfono para aprender más sobre el comportamiento de los córvidos. Le pongo nombres a las ardillas que corren por la línea de la cerca y me invento historias sobre sus vidas. Espero con anticipación a que la escuela de al lado salga al recreo y miro con alegría cómo los niños salen corriendo, lanzando pelotas y persiguiéndose unos a otros. Trato (con éxito variable dependiendo del día) de cambiar mi perspectiva sobre descansar mi cuerpo a algo más positivo. Y cuando eso falla, recurro a mi lista de actividades que puedo hacer desde la cama y empiezo a crear, escribir, leer, o algo más para mantener mi mente ocupada mientras hago el importante trabajo de dejar que mi cuerpo descanse.

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