Hay personas con artritis reumatoide que son seropositivas. Esto significa que tienen un análisis de sangre positivo para autoanticuerpos, como los autoanticuerpos de factor reumatoide o anti-CCP (anticuerpo antipéptido cíclico citrulinado). Estas personas pueden tener síntomas más graves y mas deformidades articulares en comparación con los pacientes con AR que no son seropositivos. ¿Pero los cambios en sus niveles de autoanticuerpos realmente dicen algo sobre la actividad de la enfermedad y qué tan bien está funcionando su tratamiento? Según un nuevo estudio, la respuesta parece ser que no.
El estudio, publicado en la revista Arthritis Research & Therapy, dio seguimiento a 381 pacientes seropositivos con Artritis Reumatoide que fueron monitoreados a intervalos de cuatro meses durante su primer año de tratamiento. El tratamiento se ajustó cada cuatro meses en un esfuerzo para obtener el DAS (puntaje de actividad de la enfermedad) de cada paciente por debajo de 1.6.
Los investigadores midieron los niveles de 14 autoanticuerpos diferentes y controlaron los niveles de los pacientes a medida que el tratamiento aumentaba o se modificaba según fuera necesario.
“Para los 14 autoanticuerpos, los niveles disminuyeron durante los primeros 4 meses y luego aumentaron hasta los 12 meses”, de acuerdo a lo que descubrieron los autores. Al final concluyeron que, “Los cambios en los niveles de autoanticuerpo de la Artritis Reumatoide no se asocian con DAS o la respuesta al tratamiento a largo plazo, sino que reflejan la intensidad de la inmunosupresión. Esto sugiere que los niveles de autoanticuerpos son modificables por las terapias actuales, pero los niveles modificadores en sí tienen una relevancia clínica limitada”.
Lo que esto significa para los pacientes
Lo que esto significa para los pacientes es que no solamente bajar los niveles de autoanticuerpos es importante.
En su lugar, continúa prestando mayor atención a tu percepción personal, dolor, hinchazón, rigidez, fatiga y movilidad. Esa información, junto con la evaluación de tus articulaciones y las pruebas de laboratorio que realiza un médico para medir los marcadores inflamatorios (como la proteína C reactiva), es la mejor manera de que tu médico determine si estás en remisión o si tu régimen de tratamiento debe ajustarse para ayudarte a lograr una actividad de la enfermedad más baja.