Los investigadores encontraron que las personas con niveles de ácido úrico eran más altos de lo recomendado tenían “más del doble de riesgo de mortalidad en comparación con pacientes similares con gota que cumplían con los niveles óptimos [de ácido úrico]”.
Mientras que la gota es más conocida por causar dolor punzante en el dedo gordo del pie, hay mucho más que eso. Un tipo de artritis inflamatoria, gota se desarrolla cuando altos niveles de ácido úrico se acumulan en la sangre, cristalizan, y se depositan en una o más articulaciones. Esto puede conducir a daños en las articulaciones y deformidades, así como inflamación crónica que puede afectar a otras partes del cuerpo.
La inflamación sistémica asociada con la gota probablemente explica por qué, según un nuevo estudio, los pacientes que no tienen sus niveles de ácido úrico bajo control son más propensos a morir prematuramente.
El estudio, publicado en la revista RMD Open, siguió a casi 1.200 pacientes con gota que fueron tratados en España de 1992 a 2017 y encontró que aquellos cuales los niveles de ácido úrico eran más altos de lo normal (más de 6 mg/dL) durante el primer año después del diagnóstico eran sustancialmente más propensos a morir durante el período de estudio por enfermedad cardiovascular o cualquier otra causa.
Un guia de la Liga Europea contra el Reumatismo (EULAR) sugieren que cualquier persona diagnosticada con gota debe tomar medicamentos que les permitan mantener el nivel de ácido úrico en su torrente sanguíneo por debajo de 6 mg/dL. Por lo general, eso significa tomar un medicamento para bajar el ácido úrico, como el alopurinol.
Los pacientes que murieron durante el período de seguimiento del estudio eran más propensos a haber tenido múltiples articulaciones afectadas por gota, tophi (depósitos de cristal lo suficientemente grandes como para ver o sentirse debajo de la piel), y enfermedades cardiovasculares preexistentes. También tendían a ser mayores (edad promedio de 75 años, en comparación con una edad promedio de 58 años para los sobrevivientes). Pero los niveles de ácido úrico parecían tener una mayor influencia en la mortalidad que cualquiera de esos otros factores.
Los investigadores encontraron que las personas cuyos niveles de ácido úrico eran más altos de lo recomendado tenían “más del doble de riesgo de mortalidad en comparación con pacientes similares con gota que cumplían con los niveles objetivo [de ácido úrico]… Los hallazgos de este estudio añaden credibilidad a la hipótesis de que las concentraciones elevadas [de ácido úrico] por encima de 6 mg/dL contribuyen sustancialmente a la mortalidad y a acortar los anos de vida.”
La buena noticia es que los pacientes que trabajan con sus médicos para monitorear sus niveles de ácido úrico y tomar medicamentos según las instrucciones son más propensos a mantenerse saludables. La implementación de estrategias para mantener el ácido úrico bajo “es probable que confiere una ventaja de supervivencia más allá del control de la gota y para mejorar los resultados de los pacientes”, concluyeron los autores.