mujer en tina

A pesar que seas bueno para cumplir con tu plan de tratamiento, desafortunadamente habrá mañanas cuando sea difícil hacer que tu cuerpo se mueva. Y habrá momentos en que las articulaciones rígidas y adoloridas dificulten las tareas. Ahí es cuando deberías probar la terapia de calor.

“La terapia de calor se usa principalmente para disminuir el dolor y mejorar la flexibilidad muscular en pacientes con artritis”, dice Maura Daly Iversen, PT, decana asociada de educación clínica, rehabilitación y nuevas iniciativas en la Facultad de Ciencias de la Salud de Bouvé.

La terapia de calor no cambiará ni mejorará tu condición, pero puede ayudar a aliviar los síntomas de la artritis. Una revisión de la investigación publicada por Cochrane encontró que el calor húmedo superficial puede usarse como terapia paliativa o de apoyo para las personas con artritis reumatoide (AR). Los estudios también mostraron que los baños de cera de parafina combinados con ejercicios ayudan a aliviar las manos artríticas.

Cómo funciona la terapia de calor para el dolor de la artritis

Piensa en la terapia de calor como una forma de descongelar las articulaciones que están congeladas y rígidas. El calor calienta tanto la piel como las articulaciones. Eso hace que los vasos sanguíneos se dilaten, lo que lleva más oxígeno y nutrientes a las articulaciones y los músculos.

La mejora del flujo de sangre en el tejido ayuda a eliminar los metabolitos que producen dolor. Además, el calor estimula los receptores en tu piel, disminuyendo las señales de dolor enviadas al cerebro.

Otra forma en que la terapia de calor ayuda a la artritis es aflojando los músculos para disminuir los espasmos y reducir la rigidez de las articulaciones. La terapia de calor también mejora la flexibilidad al permitir que el colágeno, las células que forman el tejido conectivo, se deforme fácilmente, lo que lleva a una mejoría en el rango de movimiento.

La terapia de calor afecta al cuerpo de la misma manera, sin importar qué tipo de artritis tengas. Sin embargo, cuando lo necesites, puede ser diferente: las personas con AR u otros tipos de artritis inflamatoria tienden a experimentar rigidez matutina que dura unas pocas horas. Por ejemplo, comenzar el día con un baño tibio, ayudará a aliviar los síntomas para que puedas moverte mejor. Si tienes osteoartritis (OA), los síntomas pueden aparecer después de una sesión prolongada, por lo que puedes usar calor a diferentes horas del día.

 

Haz la terapia de calor en casa

El calor húmedo penetra más profundamente que el calor seco de una almohadilla térmica, por lo que obtienes más alivio. Limita la terapia de calor: no más de 20 minutos por sesión y asegúrate de no quemarte. Habla con tu doctor antes de intentar cualquier terapia nueva.

  1. Toma un baño caliente

Mientras estás bañándote, haz ejercicios suaves de rango de movimiento, como rotaciones del cuello y extensiones de la muñeca.

  1. O sumérgete en una tina caliente

Sumerge tu cuerpo durante 15 a 20 minutos para permitir que los músculos que soportan tu peso se relajen. Después, vístete con algo que te mantenga caliente para prolongar el beneficio.

  1. Haz tu propia compresa caliente

Dobla una toalla húmeda y caliéntala en el microondas durante 20 a 60 segundos (dependiendo del grosor de la toalla). Para evitar quemaduras, siempre toca la toalla caliente con la parte interior de tu brazo antes de colocarla en tu articulación. Debe sentirse cómodamente caliente. Agrega una capa de protección adicional, envuelve la toalla húmeda caliente en una delgada y seca antes de colocarla sobre tu piel. También puedes llenar una botella de agua de plástico delgado con agua caliente y colocarla sobre una articulación adolorida.

  1. También puedes comprar una almohadilla térmica húmeda

Algunas están diseñadas específicamente para adaptarse a tus rodillas, cuello, manos u otras articulaciones.

  1. Prueba un baño de parafina

Este tratamiento con cera tibia se usa generalmente para las manos y, a veces, para los pies. Moja la mano (o el pie) varias veces para cubrirlos con cera, envuélvelos en plástico o con una toalla para retener el calor durante unos 20 minutos, luego retira la cera. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y monitorear cualquier reacción de la piel.

  1. Aceite mineral y guantes

Masajea tus manos con aceite, ponte guantes de goma para lavar platos y pasa las manos por el agua caliente de la llave por 5 a 10 minutos.

  1. Haz estiramientos después de la terapia de calor

Mientras tus articulaciones y músculos están calientes, haz estiramientos suaves o ejercicios simples de rango de movimiento para aumentar la movilidad.

  1. Pregunta sobre terapias de calor profundo.

Un fisioterapeuta puede realizar otras formas de terapia de calor, como la diatermia y el ultrasonido, que se extienden por debajo de la superficie de la piel hasta el tejido conectivo y el músculo. Habla con tu doctor para ver si esta terapia es adecuada para ti.

 

¿Cuándo deberías probar la terapia con hielo para la artritis?

“Durante un periodo de dolor agudo de la AR, o si tienes inflamación con OA, el frío es mejor”, dice Iverson. El frío puede adormecer el dolor al hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que ayuda a reducir la hinchazón.