La Artritis Reumatoide (AR) puede ser insoportable por sí sola: el dolor, la rigidez, hinchazón y la fatiga de las articulaciones afectan la salud tanto física como emocional. Si agregamos la menopausia, con sus bochornos, dificultad con el sueño, cambios de humor, sequedad vaginal y más, podía convertirse en una pesadilla.

“Cuando una mujer ya está viviendo con los síntomas de una enfermedad crónica como la AR, puede provocar una transición menopáusica aún más difícil”, dice la Dra. Elizabeth Mollard, PhD, profesora asistente de la Facultad de Enfermería del Centro Médico de la Universidad de Nebraska.

¿Por qué la menopausia podría empeorar tu Artritis Reumatoide?

 Los expertos no lo saben con seguridad, pero algunas investigaciones sugieren que las hormonas pueden jugar un papel importante. Los estudios han demostrado que las mujeres con AR experimentan cambios en la actividad de su enfermedad cuando cambian los niveles hormonales. Durante el embarazo (cuando los niveles de estrógeno aumentan), las mujeres han visto mejoría en los síntomas de la AR, pero después de dar a luz (cuando los niveles de hormonas disminuyen), hay una mayor frecuencia del desarrollo de la enfermedad o dolores de la AR.

 

Entras en la menopausia, cuando los niveles de estrógeno caen rápidamente. Según un estudio del 2012, las mujeres que pasan por la menopausia a temprana edad tienen más probabilidades de desarrollar AR en comparación con aquellas que experimentan una menopausia normal o tardía.

 

La menopausia, un proceso natural del cuerpo que marca el final de los ciclos menstruales de una mujer, también se ha demostrado que empeora los síntomas de la AR. En un estudio reciente observacional publicado en la revista Rheumatology, los investigadores analizaron el estado funcional de 8,189 mujeres con AR. Sus hallazgos indicaron que la menopausia tuvo un impacto significativo en el nivel y la tasa de deterioro funcional y se asoció con un empeoramiento de la progresión de los síntomas de la AR.

 

Si bien parece que el estrógeno puede tener un efecto protector para la AR, se necesita más investigación. “Poner solo atención al estrógeno descuida el extenso sistema inmunológico y los cambios complejos que viven las mujeres en la menopausia”, dice el Dr. Mollard, quien es coautor del estudio.

 

El Dr. Michael Lockshin, MD, reumatólogo del Hospital for Special Surgery en la ciudad de Nueva York, está de acuerdo: “Uno de los enigmas sobre la artritis reumatoide y otras enfermedades autoinmunes es que hay diferencias entre los pacientes antes y después de la menopausia. Lo que no está claro es si estas diferencias se deben al estrógeno, a otros factores no relacionados con el estrógeno de la menopausia o a otros fenómenos del envejecimiento”.

 

Lo que sí sabemos es que para algunas mujeres, la combinación de menopausia y AR puede ser desafiante. “Para las mujeres más sanas, los síntomas de la menopausia pueden ser muy perturbadores”, dice el Dr. Mollard. Agregar esos síntomas a los síntomas de la AR, como el dolor y la fatiga, podría llevar a una disminución de la calidad de vida. “Tanto la AR como la menopausia pueden afectar negativamente el estado de ánimo y el sueño. El que una mujer sufra las dos juntas, la menopausia y la AR, probablemente agrave sus síntomas”.

 

Cómo la menopausia y la AR afectan las condiciones comórbidas

 

Osteoporosis

La menopausia aumenta el riesgo de osteoporosis, una condición que es probable que afecte ya a las personas con AR. La osteoporosis hace que los huesos se vuelvan débiles y quebradizos, haciéndolos más propensos a las fracturas. En la artritis reumatoide, la pérdida ósea puede ocurrir como resultado directo de la enfermedad en sí misma, así como de los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad.

 

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares son otra complicación potencial tanto de la menopausia como de la artritis reumatoide. Es una de las causas principales de muerte para las mujeres con AR, dice el Dr. Mollard. La inflamación de la AR no solo ataca las articulaciones, sino que también puede dañar el corazón. Los cambios hormonales y el aumento de la edad después de la menopausia también pueden aumentar tu riesgo de problemas cardíacos. “Las mujeres con AR tendrán un mayor riesgo de enfermedades cardíacas después de la menopausia que las mujeres sin AR o las mujeres con AR que son premenopáusicas”, explica el Dr. Mollard.

 

Esto puede significar que tu cuidado preventivo necesita cambiar. Es posible que tu doctor deseé que comiences a ver a un cardiólogo si aún no lo haces, para que te monitoreé con más frecuencia para detectar signos de enfermedades cardíacas y para que uses un tratamiento más agresivo si es necesario.

 

Cómo ayudar a aliviar los síntomas de la menopausia y mantenerte saludable

 

Paso 1: Sigue tu plan de tratamiento de la AR y trabaja de cerca con tu doctor para ayudar a mantener la enfermedad bajo control. “Tratar la artritis reumatoide de manera agresiva para minimizar todos los signos de inflamación, es la mejor opción”, aconseja el Dr. Lockshin. “Cuanto más agresivamente trates la AR, menos enfermedades cardiovasculares ocurriran”.

 

“Algunas investigaciones sugieren que las mujeres tienen un mejor bienestar con la terapia hormonal con estrógenos”, dice el Dr. Mollard, pero los riesgos, como el aumento de las enfermedades cardiovasculares o el riesgo de cáncer de mama, pueden superar los beneficios para muchos pacientes. “Las recomendaciones actuales son considerar la terapia hormonal solo para aliviar los síntomas menopáusicos graves”, dice el Dr. Lockshin. No tiene efectos secundarios, como el control de la artritis reumatoide.

 

En cambio, las mujeres con AR deberían considerar la menopausia como “un llamado a la acción para vivir su vida más saludable”, dice el Dr. Mollard. Come de manera saludable, haz más ejercicio y deja de fumar para ayudar a que tu corazón se mantenga saludable y para ayudar a controlar tanto los dolores de la AR como los bochornos. El yoga también puede llegar a ayudar a aliviar los síntomas, según nuestros miembro de CreakyJoints.

 

Aquí hay estrategias más específicas para aliviar los síntomas y mejorar la salud:

 

  1. Haz ejercicio regularmente

La lista de razones es larga: la actividad física puede ayudar a mantener los huesos fuertes y las articulaciones flexibles. Puede mantener tu corazón sano. Puede ayudar a combatir la fatiga, mejorar tu estado de ánimo, ayudarte a dormir mejor y mejorar tu salud en general. Habla con tu médico para determinar cuándo el ejercicio es lo más seguros para ti.

 

  1. Aumenta tu ingesta de calcio y vitamina D

Ambos son esenciales en el desarrollo de huesos fuertes y densos. Los lácteos bajos en grasa, las verduras de hojas verdes oscuras y el salmón enlatado o las sardinas son buenas fuentes de calcio. La vitamina D se encuentra en los pescados grasos, como la caballa, el salmón y el atún, y es agregada a la leche y otros productos lácteos, al jugo de naranja y a los cereales fortificados. Pregúntale a tu doctor si un suplemento de calcio o vitamina D es adecuado para ti. (Aquí hay otros suplementos que los médicos a menudo recomiendan para la artritis).

 

  1. Hazte un examen de densidad ósea

Es un examen simple que usa niveles bajos de rayos X para determinar la proporción de mineral en tus huesos. En la mayoría de los casos, solo se revisan unos pocos huesos, generalmente en la cadera, la muñeca y la columna vertebral, según Mayo Clinic. Si tienes una baja densidad mineral ósea, tu doctor puede recomendar medicamentos para el desarrollo de huesos (como un medicamento de la clase de bifosfonatos).

 

  1. Mantén tu recamara fresca, oscura y tranquila.

Los sudores nocturnos relacionados con la menopausia pueden hacer que sea difícil descansar bien por la noche. Y, en un círculo vicioso, la falta de sueño puede empeorar el dolor y la fatiga de la AR. Vístete con pijamas ligeras para mantenerte fresca y usa sabanas ligeras que puedan quitarse fácilmente por la noche. Y para ayudarte a dormir más rápido:

  • Cumple con un horario regular de sueño
  • Evita las comidas pesadas, la cafeína y el alcohol demasiado cerca de la hora de ir a acostarse.
  • No veas la televisión en tu recamara, y apaga o reduce la luz de tu teléfono celular.
  • Relájate antes de dormir leyendo un libro, escuchando música o tomando un baño caliente.

 

  1. Habla abiertamente sobre el sexo.

En ocasiones, la AR puede dificultar el mantenimiento de una vida sexual saludable. El dolor y la fatiga pueden disminuir el deseo, y algunas mujeres con artritis inflamatoria pueden desarrollar otro trastorno inmunológico que disminuye la lubricación, haciendo que las relaciones sexuales sean incómodas. La menopausia también puede provocar sequedad vaginal y una disminución de la función sexual.

 

Habla con tu médico sobre los problemas de salud sexual que tengas. En algunos casos, puedes probar diferentes medicamentos para minimizar los efectos secundarios que afectan la libido. También es posible que debas comenzar a usar lubricación. Y sé honesta con tu pareja sobre tus necesidades y sentimientos: ser directa puede ayudarte a entender mejor tus desafíos para poder enfrentarlos.